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Un recorrido guiado por la Basílica de San Pedro

En el centro del Vaticano se encuentra la Plaza de San Pedro, un espacio abierto construido por Bernini en el siglo XVII que precede al punto neurálgico de la ciudad papal: la Basílica de San Pedro. En esta plaza, rodeada por 284 columnas y 140 estatuas de santos, es posible celebrar liturgias para más de 300.000 personas. Este es el punto de partida ideal para descubrir el Vaticano. Hoy te presentamos un breve recorrido por la Plaza y la Basílica de San Pedro para que no te pierdas ningún detalle durante tu visita.

 

Breve historia de la Plaza y la Basílica de San Pedro

La historia de la Basílica de San Pedro comienza en el siglo IV, cuando Constantino decide construir un templo religioso sobre el lugar donde se había enterrado al apóstol San Pedro.

Pero esa primera construcción fue reemplazada por la actual Basílica por orden del Papa Julio II, entre los años 1506 y 1629. En este proyecto trabajaron diversos arquitectos, como Donato Bramante, Rafael, Antonio da Sangallo y Miguel Ángel, quien dará la forma definitiva al diseño. El interior, por su parte, fue decorado por Bernini.

Por otro lado, la Plaza de San Pedro fue construida entre 1656 y 1667 por Bernini y sus discípulos, bajo comando del Papa Alejandro VII, con el objetivo de contar con un espacio para albergar a los visitantes que se congregaban a recibir la bendición del pontífice. Su obelisco central, sus columnas y sus 140 figuras de Santos invitan a recorrer y prestar atención a cada detalle de la Plaza, debido a su importante simbología y significado religioso.

Hoy en día, la Basílica de San Pedro es la más grande del mundo, con una superficie total de 23.000 metros cuadrados, que requieren tomarse varias horas para su visita. Debido a la cantidad de detalles que albergan estos espacios, recomendamos realizar un tour guiado por el Vaticano para no perder de vista ningún detalle.

 

Principales obras de arte dentro de San Pedro

Durante sus siglos de historia, la Basílica de San Pedro se ha convertido no solo en el principal templo eclesiástico del mundo, sino también en un importante espacio artístico donde se albergan obras de gran relevancia en la historia del arte mundial.

Piedad del Vaticano. Miguel Ángel Buonarroti (1499)

Esta escultura de mármol elaborada por Miguel Ángel es la gran estrella de todas las visitas a la Basílica de San Pedro, y una de las principales esculturas del renacimiento italiano. En ella se representa a la Virgen María, envuelta en vestiduras con impactantes pliegues, sosteniendo el cuerpo de su hijo.

Impacta especialmente el nivel de detalle de las expresiones, de los cuerpos y de los ropajes, así como la edad con la que el artista esculpió esta obra maestra: Miguel Ángel tenía entre 23 y 25 años al momento de crearla.

La obra se encuentra en la capilla del Crucifijo dentro de la Basílica de San Pedro.

Estatua de bronce de San Pedro. Arnolfo di Cambio (1300)

En la parte derecha de la nave central se ubica otra de las principales esculturas de la Basílica: la estatua de San Pedro Apóstol, conocida también como “El Pescador” y atribuida a Arnolfo di Cambio. A diferencia de la mayoría de las esculturas del complejo, creadas durante el Renacimiento, esta obra de bronce fue esculpida en la Edad Media.

Si realizas tu visita a la Basílica y los Museos Vaticanos durante la fiesta del Santo (29 de junio) o en la Fiesta de la Cátedra de San Pedro (22 de febrero) podrás verla vestida con ornamentos papales, como forma de celebración hacia quien es reconocido como el primer Papa de la historia.

Tumba de Alejandro VII. Gian Lorenzo Bernini (1678)

Como muchos otros edificios eclesiásticos alrededor del mundo, dentro de la Basílica de San Pedro se encuentran enterradas personalidades vinculadas a su historia. Debido a que esta Basílica es la principal de la Iglesia Católica, y sede del Estado del Vaticano, la mayoría de las tumbas papales se encuentran en este templo, muchas de ellas acompañadas de impresionantes esculturas.

La de Alejandro VII es una de las más vistosas. Creada por Bernini, está ubicada en la parte delantera de la Basílica, en la nave izquierda. En ella, el Pontífice es representado de manera magistral rodeado de representaciones de las Virtudes Teológicas: la caridad, la verdad, la prudencia y la justicia.

Estas son solo algunas de las esculturas que encontrarás durante tu recorrido a través de la Basílica de San Pedro. Para no perder de vista ningún detalle y hacer de tu visita una experiencia de gran provecho y disfrute, te recomendamos tomar uno de nuestros tours privados por los Museos Vaticanos con guías especializados.